viernes, 19 de agosto de 2011

El chamamé de los Hermanos Núñez

Un largo camino ha recorrido el chamamé en este país que lo vio nacer.

Desde aquellos sones de “El rancho de la cambicha” y el sonido que sólo servía para bailar, zapatear y lanzar gritos de guerras al aire (los famosos sapucay) hasta llegar al Chango Spasiuk pasó mucha agua bajo el puente.
Ya no es más ‘ja-ja ja-já’ y ‘jo-jo jo-jó’.
Hoy es un estilo que se puede escuchar no sólo en Mercedes, Corrientes sino en lugares como Nueva York y que se comenta en revistas como la Billboard.
Ya no están esas historias truculentas sino la poesía profunda y emotiva que traspasa el alma de Marito Boffil que incluyen las pequeñas tragedias (la chica pide plata al novio y se va a la Capi’ y el tipo queda esperando: ‘chau tu plata’ dice la canción… una maravilla).
Y aun así hay que aclarar que esto tuvo sus primeros atisbos hace 20 años cuando Pocho Roch se largaba a decir y contar algo a través de este sonido.
El chamamé se recibió de música grande en el folclore nacional.
Hoy, cuando otras expresiones del mismo tenor languidecen en forma de boleros y música romántica (¿qué es si no el traspaso de la zamba al sonido ‘nochero’?) el chamamé sigue sonando genuino, puro, auténtico y con más polenta que nunca.
La juventud de estas tierras (todo Corrientes y Misiones) se apoderó con furia de sus compases y le dio un toque siglo XXI que demostró estar con la salud intacta. Y es capaz de meterle guitarras eléctricas, bajo, batería y lo que surge sigue siendo el auténtico, arisco y maravilloso chamamé que todos aprecian cada vez más.
Y para que no queden dudas de qué trata, el nuevo disco de Los Nuñez y Ruiz Guiñazú se llama así: Chamamé.
Los hermanos Nuñez son oriundos de Misiones (Campo Viera) y traen el chamamé en su sangre; Chacho Ruíz Guiñazú, mendocino de nacimiento y cordobés.
“Queremos abrazas a todos con estos sonidos de nuestra madre tierra –dicen en la presentación del disco-. Al público que siempre nos llena el alma con sus aplauso , a nuestras familias que siempre están presentes, a Campo Viera lugar donde vimos la luz y aprendimos a querer la tierra, la música, la naturaleza y el amor por estos sonidos”.


De eso se trata, pues.


Pocas canciones: salvo Mi pequeño amor (canción guaraní), lo demás es sonido puro, sin intermediación de la voz.
Y está Pindovy (tema 1), Tropero y acordeonista (tema 3) o el pegadizo El Alemán. Y también el tema 9 La Serruchada.
El CD viene con un bonus: dos videos, Primera cebada y Pindovy.
Hay una galopa Cuando sale el sol y el schotis Colonia Alberdi que aportan lo suyo.
Un chamamé bien vivo en el Nordeste

El doctor trae unas medicinas para la tristeza

Ahí viene el Doctor Casas, toma el piano y lanza unos compases bluseros tremendos.


Son los mismos que hace 30 años utilizaba un negro de vozarrón impresionante y que tocaba la trompeta. Se llamaba Louis Armstrong y le decían Satchmo.

Y comenzaba cantando: “I went down to the St. James Infirmary I saw my baby there Streched out on a cold white table, So sweet, so cold, so fair”.

Hoy Satchmo ya no está más en éste que él consideraba “What a wonderful world” y anda con su trompeta por otros pagos.

Pero Hugh Laurie insiste en que el jazz y el blues merecen otra oportunidad.

“Como cantante es muy buen actor”, dirá algún cínico por ahí.

Sin embargo, Let them talk merece un destaque.

Es verdad, el que todos conocen como el Dr House de la serie tenía este berretín: hacer música de negros.

Y el homenaje le sale bien.

Él mismo lo advierte: “No nací en Alabama en 1890. Puede que ya se hayan dado cuenta. No me alimenté con polenta ni coseché para un patrón, o anduve montado en un vagón de tren. Ninguna gitana le vaticinó algo alguna vez a mi madre cuando nací, y no hay ningún bicho satánico en mi camino… hasta donde sé. Dejen que este disco muestre lo que en realidad soy: un inglés de clase media, transgrediendo abiertamente las melodías y la música del mítico sur americano”.

Más claro, échele Coca Cola.

Amigos un disco de blues en el siglo XXI parece un despropósito. Es como pensar un disco de tangos ¡con guitarras! Interpretado por un gallego (pero no de Galicia, sino de cualquier parte de España).

no me gusta mucho la voz que tiene para blues. Aunque no canta mal. Además me cuesta mucho abstraerme del personaje, lo escucho y me parece que esta cantando un tema dentro de un capítulo del programa. Lo mismo me pasó cuando leí la novela que él escribió.

Es verdad: su voz no llega a las pantorrillas de Louie pero se defiende. Y después está la selección de temas y la calidad de los acompañantes: el guitarrista canadiense Kevin Bright sobresale junto al Steel-guitar Greg Leisz. El baterista es muy bueno y la tristeza infinita de Buddy Bolden’s Blues (homenaje al padre del Jazz, dice Laurie) o el Six cold feet donde el saxo tenor de Levon Henry la “rompe”.

En After you’ve gone el piano del propio House, perdón Laurie, junto al violín de Craig Eastman se destacan maravillosamente.

O Irma Thomas en John Henry o la vibrante Swanee River un old fold de 1851! Maravilloso, con piano, palmas y una tabla de lavar.

No se puede dejar de recomendar este maravilloso álbum, un homenaje a la música de Estados Unidos con todos los matices que puedan imaginarse

lunes, 15 de agosto de 2011

No es un seleccionado, pero la pasamos ¡boom-ba!

Ahí estamos!
Son dos fiestas al año.
Una en pleno invierno (Gladys cumple el 10) y la mía que es a fines de noviembre (casi siempre, calor).
Y la pasamos más que bien.
El plantel de participantes es bastante estable.
Ahí están posando algunos "jugadores".
(De izq a Der.) Omar Azerrad (acuclillado), Pepe y Luisa Arenhardt, María Isabel Ghiglione, Esteban Romagosa, Ego, Gladys, Elida Árenhardt de Romagosa y Luis Arenhardt (cuñado... hay uno solo...ja-ja). Las reuniones se estiran hasta altas horas y los comentarios son interminables. Esto sería por mis primeros 50 años, nada menos.

Buenas épocas: un poco de auto-mimo

No puedo recordar de cuándo data esta foto.
Sólo puedo decir el "dónde".
Mar del Plata.
Aliado de la pareja y la familia.
Se nos ve bien, ¿verdad?
¿Cuántos años tendríamos?
Gladys unos 35 a 37 y yo entre 38 y 41.
En fin... ahora las arrugas y los kilos sobran.
En ese momento, posamos y no nos dimos cuenta lo bien que estábamos (en el buen sentido de la palabra, no?)

Cuando las chicas se disfrazaron de ucranianas

Cuando mis hijas Gilda y Antonela se disfrazaron de ucranianas e integraron el ballet de la comunidad... fue hace mucho tiempo
Como se sabe Misiones tiene una fuerte presencia de estos eslavos provenientes del centro de Europa y a los que se los fusiona (junto a los procedentes de Polonia y los de Galitzia) bajo el común denominador de "Polacos".
Ahí estuvieron con sus pintorescas vestimentas y sus danzas saltarinas.
Duró un tiempo. Y quizá, más bien, ellas ni lo recuerden más allá de esta foto rescatada de algún álbum perdido.

miércoles, 1 de junio de 2011

Cambio de rumbo: el otro lado del mostrador

Que hacer cuando se deja el trabajo de periodista, pero se pasa a ser el encargado de prensa?
Bueno, en esa estamos.
Estos dias Adepa critico los blogs.
Dos temas y una sola persona.
Solo quisiera imaginarme que diria mi amigo Hernan CAsciari, o sea el mejor bloguero del mundo.
Quiza el se fumaria un porro, pero como yo no lo hago a lo sumo le empujaria un buen malbec.
No creo que ayude, pero bueno: es lo que hay.
Deje el diario donde estuve 19 anios. Y se vienen nuevos desafios.
Hacer prensa.

martes, 31 de mayo de 2011

Postales del 25: Sueños en celeste y blanco

Las dudas de Cristina, el apriete de Moyano y el despelote de la oposición

El Mencho y Perruti salieron a levantar quiniela (French y Beruti no pudieron ir porque estaban cortando junto a un grupo de piqueteros la avenida de Mayo en reclamo a los fabricantes de paraguas para que les aumenten las comisiones). “Es que hay que laburar –dijo el Mencho- y la gente siempre tiene algún pálpito. ¿Señor...? Sí el 25 a la cabeza y redoblona con 11 porque ‘estamos medio-locos’ hoy… muy bueno, señor. Y ¡viva la patria aunque no caiga ni a los 10!”


Y Perruti intentaba cantar la Marsellesa. Pero no le dejaron porque era muy afrancesada.







Cristina se puso la escarapela en la solapa y unas cintas celestes y blancas en el pelo.

Y se miró en el espejo. “No está mal”, pensó. “Sólo que estas fiestas me recuerdan al ‘Flaco’ y él no está… Qué cosa, che…”





En su casa, Hugo Moyano hacía cambios en el aire con la mano como si estuviera manejando un camión: “Primera-segunda-tercera-cuarta-quinta a fondo y sexta!”, dijo y luego pensó. “No está mal… Hay que acelerar a fondo para pasar a todos,… “





“We are the champions of the World”, tarareó Mauricio Macri mientras acariciaba la panza de “la negrita” Awada, como cariñosamente llama a su esposa embarazada (oia, salió versito, dijo mi amigo Tito).

Ella en tanto, se lamenta en silencio. No sabe si enojarse con el fraseo fuera de tono de su marido o con el hecho de que no podrá ser primera dama.

“No podré ser como Inés Pertiné que hasta estudiaba inglés para poder ir a Holanda y participar en el casamiento de Máxima. Gran siete, che: Habrá que seguir vendiendo telas porque mamá dijo: ‘Nena, borque te casaste con el Mauricio, no bodés dejar de vender los cortes bara damas, eh…”… lamentaba para sí misma.

Pero después se quedó en silencio… “Claro que Inés no fue nada a Holanda. Y apenas si pudo ver a Máxima por televisión… Así que esto no está tan mal”.







Lilita se encomendó a todas las deidades existentes. “Siempre alguna ha de atender”, pensaba mientras pensaba en qué ponerse y verse más delgada en las fiestas patrias. “Van a creer que me comí todos los pastelitos y masas fritas de los negritos que andaban por la plaza de Mayo (y los buñuelos, y las empanadas calientes que queman los dientes y los asados a la parrilla y las carbonadas y los pucheros y los osubucos…)”, pensó mientras se embutía un vestido…





“Lo que pasa es que siempre admiré a Jimmy Hoffa y él es mi modelo”, pensó Moyano. “Y no está mal… nada mal. Primera-segunda-tercera-cuarta-quinta y sexta ¡a fondo!

Claro que Jimmy fue un valiente sindicalista que enfrentó al patotero irlandés ése, el presidentito católico y su hermano, el taradito Fiscal del Estado que andaban tras él. Todos ellos fueron quedando por el camino”, pensó Hugo al recordar a Hoffa. “Menos él, claro que tuvo que ir en cana, luego. Y que después pudo salir… Eso sí, después que salió de la cárcel… no sé qué pasó. Pero desapareció así como así. Y nunca más lo volvieron a ver… qué cosa… No está mal, eh…”





“El 25 de mayo es como Boquita…”, pensó Mauricio. “Hay quilombo pero todo termina en fiesta… Hacemos un poco de cabaret y luego, todos contentos. Así es nuestro país. Hay que darle de qué hablar a los programas de la tarde. Y para eso estamos nosotros… los políticos…No está nada mal, eh”





En el Brasil, Dilma trató de meter unas cintas verdes y amarillas en su ensortijado pelo… pero no pudo.

Mientras le cantaba a un cuadro de Cristina “Voçé abusou” pensaba. “Esto es más difícil que secuestrar empresarios. ¡Eso era lindo y sencillo allá en los años 60, pucha digo cómo pasa el tiempo! Pensar que lo hicimos con tanto amor y ahora los empresarios me secuestran a mi y tengo que pelearme con mi amiga Cristina…”





Cristina salió al balcón, Lilita paseó oronda por la avenida de Mayo y no había piquetes. El Mencho y Perruti decidieron no vender quiniela y se dedicaron a repartir escarapelas. Mauricio decidió cantar (un poco desafinado, eso sí) el Himno Nacional en karaoke de Charly García, y Hugo colocó cintas celestes y blancas en las antenas del camión…

Usted me dirá que estoy soñando… Puede ser… Pero soñar no cuesta nada, ¿verdad?

Ellos sí que saben ponerla: El turno de los economistas

Se llevan a las mujeres más deseadas por los argentinos. Qué tienen y por qué seducen. Una nota aclaratoria de los fenómenos del amor
Mi amigo Segismundo decía con un poco de envidia: “¿Qué tienen los economistas que no tenga yo...?”


Es claro que está celoso. Y no es para menos.

Luli Salazar, llena de curvas y rubiedad, con esa boca inmensa como el Río de la Plata y muerta de amor, confesaba sus cuitas por el Golden boy Martín Redrado. ¡Y el tipo se daba el lujo de rechazarla!

La Malparida de Juanita Viale andaba a los arrumacos con Martín Lousteau, mientras su marido quedaba cuidando los chicos en casa.

Y entre tanto, Amado (con ese nombre, por favor) Boudou se trepa cada noche a su Harley y anda cantando por los restobares de Baires mientras seduce a muchachas encandiladas con su look for-ever-young.

“Así no se puede, che”, lamentaba Segismundo, que estudió muchos años para abogado. “Creo que elegí mal”… Claro que ni siquiera se recibió.

Y mi viejo conocido Néstor reflexionaba sobre el caso Juanita. “Lo que me impresiona es que los supuestos y famosos atributos del ‘Manguera’ parece que no sirvieron para nada…”

Y ahí está. A Juanita ya la llaman Resolución 125 porque es la que tumbó a Lousteau…”

“Yo creo que todo el lío lo inició Marcos Aguinis –acotó mi viejo conocido José Literato-. Resulta que hace tres años escribió una novela sobre la revolución cubana. Y la morocha más linda de la isla, una morena impresionante, llena de curvas e insinuante que es la flor más bella de la revolución, la hija de burgueses que abandona al marido y se va a pelear junto a Fidel y el Che… ¿de quién se enamora? ¡De un economista y encima argentino, para más datos! Te das cuenta.. ¡hay complot, viejo!”.



La curva del deseo y la pendiente del amor



Es que los economistas siempre fueron tipos serios, de traje y corbata y discurso armado.

Con cara de despistados (¿recuerdan a Juan Vital Sourrouille detrás de esos anteojos culo-de-botella?), andaban tropezando por la vida, como De la Rúa en programa de Tinelli.

Apenas si encontraban algo que decir sobre números, tasas, proyecciones de crecimiento y esas boludeces estadísticas. Pero ¿qué sabían de la vida? Nada, viejo.

Y resulta que hoy en día… ¡son más famosos que Riquelme y Palermo juntos!

Andan con las minas más deseadas y no se les toca el upite ni con tacuara añadida.

“No, pero ustedes están equivocados –intercedió Martín Gala, que haciendo honor a su nombre, salió a defender a los muchachos que hoy reemplazan a los jugadores de fútbol y los tenistas en la preferencia de las chicas top-. Los tipos tienen imaginación. ¿Recuerdan la historia de los tres tipos perdidos en el desierto? Uno era ingeniero, el otro químico y el tercero un economista. Tenían una lata de picadillo… Y no sabían cómo abrirla.

El químico dijo: “Buscaré entre las arenas algún elemento para producir una reacción química que trabaje como un ácido y derrita la tapa sellada de la latita…”

Y el ingeniero replicó: “Es medio complicada tu solución. Yo tengo un cinto acá. Con la punta de la hebilla, la haré más filosa para poder cortar y abrir la lata del picadillo…”

¿Y el economista qué hizo? Bueno, el tipo vino y dijo sencillamente: “Supongamos un abrelatas…”





Y sí. Los economistas están de moda. Salen con las mujeres más lindas y más atractivas.

Así son las cosas del amor, insistió Segismundo. “Para los médicos es una enfermedad. Porque uno siempre termina en la cama”.

Pero si se lo mira desde el punto de vista de los abogados, es una injusticia. Porque siempre hay uno arriba y otro abajo. Está claro que con el amor no todos se ponen de acuerdo: según los ingenieros es la maquina más perfecta. Porque es la única que trabaja cuando se para.

Claro que mi viejo conocido José Diseño dice que para sus colegas los arquitectos se trata de un error: Porque la zona de entretenimiento está al lado del desagüe.

Según los políticos es la democracia perfecta. Porque goza tanto el que está arriba como el que está abajo. Y pese a todo lo dicho, algunos economistas insisten en que es una mala inversión: Porque es más lo que entra que lo que sale.

Según los matemáticos vendría a ser la ecuación perfecta. Porque la mujer eleva el miembro a su máxima potencia, lo encierra entre paréntesis, le extrae el factor común y lo reduce luego a su mínima expresión…

jueves, 14 de abril de 2011

Cuando la realidad copia a la ficción




La de la derecha es la imagen de la inolvidable película Testigo en Peligro con Harrison Ford... y la de la izquierda es la de hoy: El niño secuestrado en la colonia menonita de Paraguay por el que pagan el secuestro.
El parecido de las dos criaturas es sorprendente.
La forma de posar, y de mirar parecen calcadas.
Notable, ¡hasta en las orejas apantalladas! hay similitudes.
Para darse un festín entre los ficcionalistas y los realistas... ¿o no?

miércoles, 30 de marzo de 2011

Lagier y una novela bien misionera, "mi'mo"

"Mi'mo" es una expresión local que se agrega al final de una frase para darle énfasis.
Proviene de apocopar "mismo" y es una reafirmación de lo dicho anteriormente. En el lenguaje gauchesco "mesmamente" parecería funcionar de igual manera.
Pero -como dijo Tarzán- no nos vayamos por las ramas.
Me gustan mucho las novelas.
Pero Misiones se debía una como ésta.
“El asunto Bellarmino" relata la llegada de un anarquista a Posadas en pleno invierno pero con tanto calor que el tipo se pega un flor de golpe de calor apenas pisado el suelo misionero.
Una novela donde se describen muchas cosas que pasaron aquí. Una novela que la prescribiría para todas las escuelas secundarias para que se sepa cómo fue la Posadas de hace unas pocas décadas atrás.
Las aventuras y desventuras de este italiano entusiasta y de origen noble que sale ileso de la Primera Guerra Mundial pero termina en Misiones permite como el hilo del collar unir las partes (perlas) de que esta hecha la historia y la geografía local de una manera notable.
Sin elementos forzados van pasando los carros con bueyes, el tren que empezó a funcionar en 1910, las bailantas y los "embarcadizos" que viajaban entre Posadas e Ituzaingó y que podían llegar a tener una familia en cada puerto sin que nadie se entere... ¡hasta el día que el tipo se moría!!!
En fin, una novela que es REAL sin realismo... mágico. Nada es fantástico pero es conmovedoramente creíble en cada renglón de sus casi 500 páginas.
Hay un mérito significativo en este posadeño que no apostó a la delicadez de una escritura con florituras. Acá están todos. Y todas las respuestas: ¿Por qué hay Lenuzzas en San Javier? Lea la novela y se enterará de los valientes militares. Y los mensúes y el tornado de Encarnación... y la gente que era analfabeta y tenía que buscar alguien que les leyera las cartas y los que pegaban el salto de instrucción y podían aspirar a más....
Cuánto se puede contar de una manera entretenida y veraz a la vez. Novela. Amigos. De eso se trata. De una buena novela.
Como Misiones lo estaba mereciendo.
No puedo dejar de recomendarla.

lunes, 14 de marzo de 2011

Un recuerdo... La Mome y su tema más famoso

La Mome es Edith Piaf, el gorrión de París.
Igual que Gardel canta cada día mejor.
Y cuando se murió, su voz era tan potente como en las mejores épocas.
Dicen que era la diferencia con María Callas que fue perdiendo las virtudes vocales a medida que envejecía
Aquí va la letra de esta maravillosa melodía y canción
La Mome es Edith Piaf, el gorrión de París.


Igual que Gardel canta cada día mejor.

Y cuando se murió, su voz era tan potente como en las mejores épocas.

Dicen que era la diferencia con María Callas que fue perdiendo las virtudes vocales a medida que envejecía







Non, Je ne regrette rien

No, no me arrepiento de nada

Non, rien de rien

Non, je ne regrette rien

Ni le bien qu’on m’a fait, ni le mal

Tout ça m’est bien égal

Non, rien de rien

Non, je ne regrette rien

C’est payé, balayé, oublié

Je me fous du passé

Avec mes souvenirs

J’ai allumé le feu

Mes chagrins, mes plaisirs

Je n’ai plus besoin d’eux

Balayés mes amours

Avec leurs trémolos

Balayés pour toujours

Je repars à zéro

Non, rien de rien

Non, je ne regrette rien

Ni le bien qu’on m’a fait, ni le mal

Tout ça m’est bien égal

Non, rien de rien

Non, je ne regrette rien

Car ma vie

Car mes joies

Aujourd’hui

Ça commence avec toi…

No, nada de nada

No, no me arrepiento de nada

Ni el bien que me han hecho, ni el mal

Todo eso me da igual

No, nada de nada

No, no me arrepiento de nada

Está pagado, barrido, olvidado

Me da lo mismo el pasado

Con mis recuerdos

Yo prendí el fuego

Mis tristezas, mis placeres

Ya no tengo necesidad de ellos

Barridos mis amores

con sus trémolos

barridos para siempre

Vuelvo a partir de cero

No, nada de nada

No, no me arrepiento de nada

Ni el bien que me han hecho, ni el mal

Todo eso me da igual

No, nada de nada

No, no me arrepiento de nada

Pues mi vida

mis alegrías

hoy

comienzan contigo…

Y el link es
http://www.youtube.com/watch?v=gALRkzB530A

viernes, 11 de marzo de 2011

La historia del hombre que escribe para los ricos Marcelo Elbaum

Marcelo Elbaum publicó el libro Hombre rico, hombre pobre
Un escritor argentino especialista en asesoramiento financiero destacó que los inmigrantes que vinieron al país forjaron fortunas sólo con ahorro
Al destacar que el ahorro sigue siendo la base de la fortuna para aquellos que eligen de manera honrada hacer crecer sus capitales, el asesor financiero Marcelo Elbaum destacó que esa virtud se hallaba inserta en los genes de los inmigrantes que hicieron grande la Argentina.

Elbaum, un contador recibido en la Universidad Nacional de La Plata cuya fama se ha disparado fuertemente al publicar su obra “Hombre rico, hombre pobre”, puso de relieve esta cualidad de los que llegaron de ultramar para poblar el país. “Hubo miles de inmigrantes que llegaron sin nada a nuestro país desde fines del siglo XIX y que sin más ayuda que su propia capacidad de trabajo y talento lograron forjar pequeñas, medianas e incluso grandes fortunas”, indicó en su obra más conocida y publicada el año pasado.

Los colonos y el “colchón”

En Misiones, es conocida la vocación de “apostar al colchón” de muchos colonos que llegaron a estas tierras a inicios del siglo XX. La diferencia con respecto a lo que marca Elbaum está en las colonizaciones del Norte y Nororiental de Misiones (la línea de la ruta 12, por así llamarlo) donde muchos europeos llegaron con capital ya que se trataba de emprendimientos privados.
Así están los casos de Montecarlo, Eldorado y Puerto Rico.
Pero en esencia, el fenómeno coincide con lo que sostiene Elbaum. “Estos artífices –dijo refiriéndose a los inmigrantes- del engrandecimiento del país y de su movilidad social poco tienen que ver con la idea de que el dinero es nocivo, sino por el contrario, son un verdadero ejemplo de que existen caminos honestos y morales para enriquecerse”.

Los primeros bancos que aparecieron en Misiones datan de 50 ó 60 años atrás.
Es decir, que muchos de los colonos misioneros debieron reinvertir sus excedentes de dinero en los procesos productivos, en bienes de capital (maquinarias, vehículos, cosechadoras) o en animales.
Igualmente, con el paso del tiempo, el ahorro debe transformarse en inversión, sostuvo Elbaum.

Las otras herramientas

En un país como Argentina que terminó por conocer el flagelo de la inflación, cualquiera sabe de qué se trata la cuestión.
Tener el dinero inmovilizado (en el colchón o en el banco) puede ser tan devastador como gastarlo todo a medida que entra.
Así durante los 70 y los 80 fueron surgiendo unos pocos instrumentos de inversión a los que argentinos se han sentido propensos a recurrir, a saber: los plazos fijos (depósito del capital a determinada cantidad de días con el pago de intereses) y la compra de dólares.
Los argentinos se hallan poco inclinados a recurrir a alternativas como los bonos, las acciones y instrumentos financieros que cotizan en la Bolsa, algo que sí ocurre en otros lugares del mundo, en especial, Estados Unidos.
En “Las Correcciones”, el escritor estadounidense Jonathan Franzen relata las peripecias de una familia de clase media de su país (muy asemejada a la suya propia) donde viven la explosión bursátil de los 90 (la era de Clinton) apostando a la Bolsa y dándose la gran vida con viajes en Cruceros y demás lujos sólo con los excedentes que producía su capital en la especulación financiera.
Cuando todo se derrumba (con el estallido de la burbuja tecnológica, y la caída de las empresas digitales o punto.com) logran salvarse debido a que el patriarca de la familia había puesto sus ahorros en los conservadores bonos del Tesoro de Estados Unidos (considerada la inversión más segura del mundo).
En este sentido, Elbaum –que también es magisten en Disciplinas bancarias y posee un MBA en Londres- enfatizó que la gente debe aprender a realizar el paso del ahorro a la inversión sin temores (ver aparte “Seis pesos son suficientes”).


Consejo para padres

Al hablar de los chicos y la plata, Elbaum dijo en una entrevista a Gerardo Rozin de C5N: "Hay que darle a los hijos un peso por semana por la cantidad de años que tienen. Por ejemplo, a un chico de siete años se le darían siete pesos… Hay que dejar que los chicos se equivoquen gastando la plata… En la Argentina tenemos que empezar a hablar de dinero, los chicos después empiezan a tener mitos y terminan teniendo una relación tortuosa con el mismo…"

Seis pesos son suficientes


"Seis pesos por día es muy probable que mucha gente lo pueda ahorrar, si eso lo hacemos durante cuarenta años y obtenemos una rentabilidad promedio entre el ocho y el diez por ciento, seguramente vamos a tener 375 mil dólares… Después hay que hacer que el dinero crezca… Por ejemplo, a partir de los 1000 pesos ya se puede colocar en un fondo común de inversión", indicó el economista Marcelo Elbaum en su obra Hombre Rico, Hombre Pobre.

Y ejemplificó cómo llegó a ese número. “Está bien, con los 6 pesos por día se llegará a los 29 mil dólares en ese lapso de tiempo y esto parezca increíble, ¿verdad?”

En ese punto recordó que todo está en la forma de calcular los intereses. “La clave se encuentra en la tasa de interés compuesta. Esto quiere decir que cuando la rentabilidad es del 10 por ciento (anual) y se invierten 100 pesos, al final del primer año se obtienen 110 pesos (o sea le devuelven el capital de 100 pesos más 10 pesos de interés), pero en el segundo año se reciben 121 pesos, o sea un rendimiento del 10 por ciento sobre 110 pesos”.

En ese punto, redondeó. “Allí residen la magia y el secreto que -lógicamente- dan por tierra con la falsa creencia de que del pequeño ahorro cotidiano no nace la riqueza”.


miércoles, 23 de febrero de 2011

Crónica de un tipo común con códigos de barrio

Carlitos Palombo es un comerciante de toda la vida que se animó a separar un ratito las cajas de sus zapatillas, ropas y demás productos que vende para atenderme. Y así, realizar un paneo sobre la actividad. Fue en una cálida mañana de enero de este año. Un tipo que la remó desde atrás y es un ejemplo.
Bien vale presentarlo. Aquí la versión extendida de la nota (con todo su backstage) que sacara el diario donde trabajo el 24 de enero de 2011.
A pesar de haber nacido en Mar del Plata –por esas vueltas de la vida- se puede decir tranquilamente que Carlos (Carlitos, para la mayoría) Palombo es un posadeño neto. Tan posadeño como tomar tereré en la Costanera. Aunque recién vino a vivir a la capital misionera cuando tenía nueve años, esta ciudad (así como sus parientes) le abrió los brazos y no lo soltó más. Se lo podrá ver todos los días, ahí por el centro de la ciudad entre sus locales de ropa, donde la marca insignia New Imagen se acompaña por otras, codo a codo con sus empleados, mientras baja cargas de ropas, las clasifica, ordena. Palombo mantiene un equipo de gente de varias decenas de personas –en su mayoría, jóvenes- que atiende y trabaja en sus locales. Y también se lo podrá ver de lunes a jueves jugando fútbol. Y futbol de cancha grande: 11 contra 11. Su equipo se llama Once Unidos y acepta los desafíos, dice él. De la gente de Luz y Fuerza, del Paraguay. De donde los llamen, ellos van a jugar. Y participan en el campeonato de Parque de la Ciudad. Hay 45 equipos. Todos ex jugadores: Carlitos Palombo entrena, hace ocho o diez kilómetros. Con sus más de 50 años considera a éste su cable a tierra y todos los días a las 7 de la tarde, corta con las obligaciones laborales. “Hay que cuidarse”, insiste mientras recuerda que juega con viejas glorias de Guaraní: Darío Labaroni, Eduardo Moulia, el negro Duarte, García Paredes.

Pero ese es un aspecto de su vida que tuvo un comienzo difícil con una madre que se fue de Posadas y lo tuvo a él de soltera.
Con el tiempo después de haber sufrido mucho en Mar del Plata
Volvió y se unió al grupo familiar cuya cabeza Elena Palombo de Jantzon falleciera días atrás. Y ellos le recibieron y le educaron con sus hijos. Con esa disciplina.
Tras terminar la primaria, ya estaba empaquetando las cosas en la vieja tienda Rodríguez Barro los sábados. Y así se criaron con el rigor del trabajo y el comercio. Siempre el objetivo fue la actividad comercial. Nunca tuvo en cuenta la posibilidad de ir a estudiar: porque era lejos, porque no tenía dinero. Tenía que trabajar.
Pero, hoy luego de que más de la mitad de su vida trabajara en forma independiente, Carlos Palombo deja caer sus impresiones, sus deseos, sus esperanzas. Para el comercio posadeño, para la ciudad, para los jóvenes, para los desafíos de la ciudad. Valga esta charla con un personaje de la ciudad que –como sostiene este cronista- se ganó su lugar sin que nadie le regalara nada.

Mar del plata no fue gentil con vos y en cambio Posadas… ¿sí?

Es así. Tendría que hablar de una edad muy pequeña, de ocho a nueve años. Y mi madre trabajaba en casas de familia para mantenerme. Y a Posadas volví a los nueve años. Y me empecé a relacionar con mis familiares de acá. Hice el resto de la primaria en la escuela Nº 3 y la secundaria en la Comercio 6 (Santa Fe y Félix de Azara). Pero siempre mi vida fue colegio y ‘laburo’. Trabajar y estudiar todo junto. No había otra forma. Empezamos en el supermercado El Enano. Estaba en la calle Junín y Belgrano que hoy es pinturería. Trabajaba sábado y domingo (medio día). Fue una juventud extremadamente disciplinada y de rigor. Creo que es lo que hace falta hoy. Y hoy pedís eso y te asocian con ser autoritario. Y eso se perdió en el país. Trabajo con muchos empleados jóvenes. Tengo entre 50 y 60 empleados y la mayoría es joven (80%). Tienen dos décadas perdidas.

¿Por qué?
Porque la juventud perdió el sentido de la responsabilidad. No existen casi jóvenes que se mueven con esos criterios de trabajo, responsabilidad y disciplina. Cuando uno los encuentra, valen oro: son muy buscados los jóvenes con esas características. Primero por su potencial de edad y segundo por el espíritu de trabajo y progreso.

¿Hacés ese contacto con tus empleados jóvenes?
Sí. Hago mucha docencia y trato de enseñarles y escucharlos. Y hubo algunos que me llegaron a decir que ni los padres se sentaron a hablar con ellos como hablan conmigo. Pero considero que la base es la familia. Si no hay una familia bien plantada y con buenos conceptos, es difícil educar bien a un pibe. Porque la calle (esa otra escuela que había antes) está mal.

¿Cómo te fue como papá?
Tengo dos chicos. Uno más uno es dos. Familia sana = hijos sanos. No quiero ser soberbio en esto. Considero que los padres en su mayoría están orgullosos de sus hijos. Mis hijos se criaron con los patrones que yo mamé. Mi mujer y yo construimos esta Pymes que hoy es líder en el mercado, tenemos propiedades y nuestros hijos son espectaculares. El varón de 28 años se dedica a los 150 proveedores en el mercado: deportes, textil, calzados. Está a la par, comprando. Y para dar un ejemplo, en estos momentos está comprando la parte de colegiales en Buenos Aires.

¿Y tu hija?
Tengo una hija de 22 años y es una chiquita espectacular: una mujer que con esa edad ya cuenta con personalidad y disciplina para manejar todo lo que es empleados. Y todo en base a la experiencia.

¿Qué pasó al final de tu secundario?
Tuve un colapso. Fue en el momento en que fallece la cabeza de la familia. En ese momento, me largué solo al mercado. Me independicé y tuve un apoyo de todos los empresarios proveedores que me conocían. Avisé cómo venía la cosa: “Carlitos, quedate tranquilo. Palombo, ¿qué necesitás?”. Bueno en esa época, era una hiperinflación brutal. Alquilé la esquina de San Lorenzo y La Rioja. Encargué y bajé tres camiones completos. No se podía entrar de mercadería. Me financiaron a 90 días. Sin poner plata, tenía todo eso para iniciarme. Y me lancé. Éramos mi señora, mi suegra, mi mamá y yo. Y la estrategia ¿Qué hice? Con hiperinflación compré millones de productos. Y todo remarqué sólo con 10 por ciento. Vendí al costo prácticamente. Saqué una página en el diario. Y la cola llegaba hasta la esquina del (colegio) Roque (González). Está filmado y fotografiado. Y sólo venta con contado efectivo. Abrí un jueves. Lo que recaudé jueves, viernes y sábado era una mesa así de fajos de plata. Y ya pagué todos mis proveedores. Fui el lunes y todos ya podían mandarme más mercaderías... Y ahí, ¿qué hice? Pegué un saltito al 30 por ciento. Una estrategia que funcionó bárbaro: Lo que valía en otros lados a 10 pesos yo tenía a 3 pesos. Los comentarios de esa época eran terribles. Y así empecé los primeros seis meses de palo y palo y a crecer.

¿Hubo épocas duras, no?
Claro que vinieron épocas duras. Las de (Carlos) Menem con el 1 a 1 fueron bravas. Estuvimos con épocas muy difíciles: el comerciante de acá sabe de qué estoy hablando: de cheques rechazados, de no poder hacer los pagos a proveedores. El crecimiento que se dio desde la salida de 2001 es la mejor época para los comerciantes locales.

¿Por qué?
Porque se produjo una defensa de la actividad y el capital nacional. Pusieron un dólar a 4 pesos. Y la gente dejó de mirar afuera y se fijó qué tenía adentro. Y hubo que poner todo en marcha otra vez, porque las persianas se habían bajado. Por eso defiendo tanto este modelo. Porque son proteccionistas del mercado interno. Hay crecimiento y hay trabajo.

¿Y qué recuerdos hay de los cortes de puentes?
Creo que fue un error y me dejé llevar: aparece el hiper Libertad. Integraba la Cámara de Comercio (CCIP). Salimos con mis familiares y resto de la CCIP a quemar gomas, cerrar el puente, tirar piedras. Esas cosas hoy no las volvería a hacer. Porque ¿qué quise hacer? Impedir que vengan bocas de comercio a vender a Posadas. Eso no se puede hacer. No se hace en ningún lugar del mundo.

¿No?
¡No! Imposible. No se puede hacer. No es forma de competir. No son maneras de protestar. Ni por el híper Libertad ni por los supermercados chinos. Ahora, hay que decir también que todos deben tener derechos y obligaciones y hay que cumplir con ello. Hoy por hoy, hay mucha presión fiscal y hasta para escuchar música hay que pagar impuestos. Que Sadaic, que Aadi Capif, que los carteles en la vereda. Todo se paga. Que vienen los inspectores y en dos segundos te detectan un empleado en negro. Hoy con la informática es así. En este país es caro para comerciar.

¿Qué anécdotas valen recordar?
Yo hice una carpa en la época de Menem. A puro sacrificio compré un terreno que está acá al lado (se refiere al que se halla adyacente al actual local de New Imagen por Ayacucho entre La Rioja y Córdoba). Era una casa vieja. Tiramos y dejamos un terreno baldío. Luego pusimos una playa de estacionamiento para juntar algo de dinero y ver qué edificábamos. Pero era imposible. Y me dije: “No puedo estar cobrando unos pocos pesos por el estacionamiento de los autos’. Viajo un día a Buenos Aires y visito una exposición. Y vemos que había una carpa con aire acondicionado para comer ahí adentro. Y se me “prendió la lamparita”. ‘Esta es la mía’, dije.

¿Hicieron una carpa?
Sí. Vengo a Posadas y comencé a averiguar. Contacté con gente de Rosario. Y les dije: “Necesito una carpa de tanto por tanto”. Y me dicen: “Bueno, usted tiene que hacer el baño”. Y pregunto el precio y me dicen: “Cinco mil pesos de alquiler por mes. Y de arranque por tres meses”. Era algo endeble. Caía un cigarrillo y ardía. Te hacen un tajito y te robaban millones de pesos en mercadería. Era una locura. Conseguí una autorización provisoria de la Municipalidad. Habilité. Y en Rosario tomé contacto con una fábrica de ropas que se había incendiado y compré toda la mercadería, con olor a humo todos los productos de la marca Sólido. La pagué a un año. Fue un boom y un éxito. El “carpazo”. Puse policía. Rejas. Un mes, dos, tres. Y ahí decidí: con lo que junté hice un tinglado. Con un portón y empecé otra vez. Fue una época muy exitosa.

¿El secreto fue viajar, ver, comparar?
Sí. Yo le aconsejo mucho al emprendedor. A cualquiera que escuche: El que conoce (no hace falta ir a otro país), el que va a Buenos Aires y mira. Pero no de ‘pavear’ o pasear, sino de ir a caminar, mirar y aprender, la cantidad de rubros y la variedad de actividades que hay para innovar, para que Posadas pueda desarrollar y donde la capital misionera está “virgen” todavía: nadie cubrió esas demandas potenciales. Son rubros, áreas comerciales. Posadas está “virgen”. Hay millones de nichos para invertir. Acá todos quieren hacer sin poner. El cliente tiene que estar en la mente del comerciante. Nunca puede dejar de estar en los objetivos del cliente. Es mentira que el cliente de Posadas no responde. A mí siempre me ha respondido.

¿Es exigente?
Sí. Muy exigente. Y la juventud más todavía. Leen, conocen, saben de ropa. Vos me dirás: “¿Cómo vas a cobrar 40 mangos por esta remera, si en la Placita está a la mitad pero trucha o lo mismo en Paraguay?”. Esos son los parámetros que se han logrado pasar. En zapatillas, lo mismo. ¿Querés la Nike, la John Foos o Adidas? Te vas a Paraguay y las tenés… todas truchas. Hacen unas zapatillas estándar y le ponen el sellito. ¿Qué marca querés? ¿Adidas? (Le ponen el sellito): ‘Acá están’. Y así. Pero además acá si comprás miles y miles de productos, y… pueden venir fallados algunas o se cometen torpezas al lavarlos: Y nosotros, “señora, venga: le cambiamos. Lleve otra”.

¿Le podemos ganar a Paraguay?
Hay un montón de cosas donde ganamos al Paraguay. Dentro de lo pobre que está nuestro comercio, es diez veces superior a lo que está Encarnación. En todo aspecto: en sacrificio, en trabajo. El comerciante de Posadas genera, produce. Pero así y todo, insisto, hay sectores o rubros sin explotar.

¿Hay otros detalles que destacar?
Sí. Está el crecimiento de Posadas: con la presencia de Yacyretá creció en forma increíble. Es un mérito de los gobiernos de turno para reclamar y pedir compensaciones para la ciudad. Vino gente de afuera que se instaló. Y todos los lugares cerca de la costa que se transformaron en la Costanera y los barrios nuevos donde se reasentó a esa población.

¿Y algo más?
Sí. Ayudó mucho que la gente invierta. Cuando en 2001 hubo el problema de los bancos, la gente dejó de especular con plazos fijos o dólares. Hoy la gente pone en ladrillos. Y no debemos olvidar el propio crecimiento poblacional. Hay más gente. Por más que digan que creció Encarnación, nosotros, en Posadas vamos para adelante. La cantidad de edificios que se están haciendo, inversiones de inmobiliarias. Veo un crecimiento muy significativo en estos últimos ocho años.


Hay desafíos para el sector comercial, además de los nichos vírgenes, ¿cuáles son?
Nosotros los comerciantes nos cuesta unirnos y no sacarnos los ojos. Es todo un desafío. Por eso es bueno que exista la Cámara (de Comercio). Respeto mucho la entidad, fui integrante. Y en esos lugares hay que tener tiempo y no tener intereses creados sobre todas las cosas. Hoy, los almaceneros por llegada de los súper chinos; mañana nosotros porque la gente va a Encarnación. Entiendo que la Cámara tiene que ser abierta y objetiva en todos sus problemas. A veces se encara mal en el tema Paraguay: se afirma que es imposible competir, que la gente va. Yo puedo dar estadísticas de cuántos paraguayos vienen a comprar todos los días a Posadas. ¿Por qué no se habla de eso? A la mañana, temprano hay colas de paraguayos que entran a la ciudad cargar nafta, van a los supermercados grandes en las afueras de la ciudad, a comprar frutas y verduras. De eso no se habla. Y sí de los que van a comprar allá. Y eso no se va a terminar nunca. Es imposible. Para eso está el puente.

¿Qué tienen que hacer?
Tratar de competir. Hoy tenemos un dólar competitivo. Pero igual, aunque parezca que estoy en contra de la Cámara de Comercio. Señores: tenemos que buscar que los gobernantes de turno sean aliados nuestros. Y que entiendan que somos generadores de puestos de trabajo. Y pagadores de impuestos. Hay una gran presión fiscal y estamos en una provincia complicada: eso deben entender nuestros gobernantes. Paraguay tiene otro estilo y otra idiosincrasia. Allá no hay Iva, ni leyes sociales. Nosotros queremos pagar impuestos y no quedar al margen de la ley. Pero sí protegidos. La gente no puede traer todo lo que quiera. Y dentro de nuestro casco céntrico con toda la ilegalidad que hay. Los famosos mesiteros no pueden existir. Porque se te meten en los mejores lugares de la ciudad donde se pagan cifras siderales se te instalan en la puerta y con los mismos productos que vos vendés adentro y ellos están. Y nadie los saca. Hay que reglamentarlo. Tenemos un gobierno que recauda pero que controle.

Hay calles del centro que parecen la vieja Zona baja encarnacena, ¿verdad?
Sí. Pero ahí tenemos que hacer nuestra mea culpa. Yo también saco mi perchero a la vereda. Pero tengo más derechos porque pago millones en impuestos. Y ¿sabés por qué lo hago? Por despecho. ‘¿Ah, vos podés? Bueno yo también lo hago’. Es una guerra que hace 200 años tenemos con la Municipalidad y con los jueces (de Falta). Es una mugre y estoy en contra de las veredas ocupadas. Pero hicieron una legislación para diez tipos con permiso para estar en las veredas. ¿Quiénes son? Tienen camionetas, vienen, bajan sus cosas dejan el empleado y se van al casino. ¡Esos son! Y con el empleado tomando mate en la vereda. ¿Y sabés cuánto pagan? ¡Son 50 pesos por mes! Es un chiste. Los derechos son para todos ¡¡¡Y los deberes también!!! Hay una Ordenanza hecha no sé en qué año que permite que diez tipos tengan mesitas en el centro. ¡Pero se puede sacar esa Ordenanza! La ciudad limpia. En la época de Brignole tenía huevos y ordenó el centro. No quiero hablar de los que hacen argollitas. Tiran un trapito en el piso. Y se sientan a vender. Qué pasa con esa gente. Se les hizo en el Palacio del Mate para que vayan.

El tema de la inseguridad, ¿cómo es la visión?
Si vemos en los noticieros de lo que pasa en otros lados, lo nuestro es un paraíso. Pero no es una manera de consolarse. El tema es presencia policial. Después pueden venir las cámaras (de filmación) y todo eso. Pero lo importante es que el efectivo ande por las calles. Pero ¿qué presupuesto puede tener la policía para tener un vigilante en cada esquina? Y ahí volvemos a lo mismo: ¿Qué puede hacer el Gobierno para solucionar este problema? Yo invito a todos los comerciantes y planteo: en cada cuadra ¿cuántos comercios hay? ¿Diez? Bueno en función del tamaño del frente, 20 x 20, ponés 200 pesos, vos tenes más chico, ponés menos. Y así en cada cuadra que haya un policía las 24 horas. ¡Y se acaba el problema! Pero si no colaboramos los comerciantes a resolver el problema y el Gobierno no pone su parte, no habrá salida. Estoy seguro que es tan fácil arreglarlo.

Hago de abogado del diablo… Viene un colega que dice: “No, Carlos. Yo ya pagué los impuestos...”
Pero son conceptos egoístas. Y después cuando le pasan las cosas, se lamentan. Pero no tenemos un país perfecto. Pero, ¿qué cuesta poner algo?: que a mi me saquen 200 ó 300 pesos por mes al vecino, 100, al otro 50, de acuerdo a sus medidas de frente y colaboramos a que el tipo esté contento, bien, con satisfacción trabajando en dos turnos para cubrir las 24 horas. El tipo con su handy, conectado con la Jefatura. En dos minutos se detecta el problema.

Como comerciante ¿es apocalíptico o integrado?
Soy integrado totalmente. Con respecto al futuro, aclaro que no quiero mezclar el tema político. Quiero gobernantes que defiendan el mercado interno. El ejemplo es Brasil que es una potencia en el mundo, defiende su mercado interno. Primero, nosotros. Quiero que funcionen las fábricas. Que se fabriquen las zapatillas, las lonas, los cordones, botones, cierres, todo acá. Con eso, hay ocupación. Si eso todo, hacemos al revés… se produce un desastre social: acá llegamos a ir a cortarnos el pelo enfrente (por Paraguay). Hoy el mercado está activo. El empleado tiene opciones de comercio. El empleado de comercio está con uno de los mejores sueldos de la historia. ¿Por qué? Un empleado que ingresa hoy gana 2900 pesos y le cuesta al empresario 3500 pesos por mes. Eso es muy valorable. Obvio, las cosas están caras. Y 2900 no alcanza, etc… Acá hay mucho para hacer. Hay muchos rubros para explotar. Con el casco céntrico, hay que generar más espacios. Para que se descompriman los alquileres. Son tres cuadras. Salís de ahí, y valen el 10 por ciento nomás. Y al salir descomprimís los alquileres.

¿Con respecto al futuro?
Se estima que 2011 será un año muy bueno porque habrá elecciones. Pero a mi me preocupa mucho el siguiente. El 2012. Habrá que integrarse con la intendencia sin tener intereses creados, se soluciona todo. Lo de la seguridad es una pavada.

¿Por qué?
Porque si hay cambios agresivos de la política económica puede ser riesgoso. Ya pasó en la historia de la Argentina. Venía uno y decía: ‘No, todo lo que hicieron los anteriores no sirvió’ y cambiaba todo. Y se arma un desastre. No hubo coherencia ni continuidad. A eso le tengo miedo. Calculo que habrá una inflación más fuerte. Se estima que el dólar irá a 4,50.

¿Y en lo local?
Gracias a Dios tenemos un gobierno que está aliado al gobierno nacional. Hay una política tranquila. Mientras estén prolijas las cosas. Yo no tocaría nada. Seguiría con una política tal como viene hasta ahora. Habrá que ver qué pasa con la obra pública luego de que termine Yacyretá. La Eby trajo mucho progreso a Posadas. Trajo un crecimiento notable. Y estoy muy conforme. No hablo de cuestiones de corrupción, no opino, no fui proveedor. Pero lo que hicieron hay que destacarlo. Se hizo y mucho. Tendremos casi hasta Candelaria una costanera, rutas, avenidas, asfalto. Una Costanera que es un orgullo de todos los posadeños. Barrios bien hechos. Fue muy destacado. Me da miedo después cuando se termine y ese gran flujo de dinero que cesará de venir.
Veo futuro a la actividad comercial. Porque hay vida propia. Tenemos que hacer funcionar los aserraderos, los molinos y secaderos de yerba. No hay que apretar a esa gente. Porque generan trabajo.

¿Que haya políticas de estado protectoras?
Exacto. Que haya fomento que no los maten ni ahoguen cuando produzcan. Que no haya envidia: ese tipo compra camionetas… no se puede decir eso. Ese tipo está creciendo, da trabajo

jueves, 17 de febrero de 2011

Sigma o Sumatoria = el símbolo de la inflación

Una nota sobre la inflación que sirve para entender cómo se da el fenómeno.
El riesgo inflacionario vuelve a irrumpir
La Cámara de Comercio e Industria de Posadas en su reciente informe semestral fue contundente. Dijo que había varios problemas en cierne pero hubo varios sorprendidos con su diagnóstico.

Los que apostaron a que la falta de seguridad (los robos a comercios habían sido muchos en estos días) o el “Peligro de Encarnación” o el ingreso de mercaderías en forma ilegal a través del tráfico fronterizo o la excesiva presión fiscal o la caída de ventas iban a figurar en el lugar más alto del podio de preocupación empresarial terminaron por perder sus apuestas.
No, señores. Se equivocaron.
Para los comerciantes de Posadas, lo que más les preocupaba es una inquietud generalizada en la sociedad argentina, en cada familia, en cada hogar.
Todos temen a lo mismo: a la inflación, la suba de precios, el corrimiento, el “reacomodamiento” de valores, como señalara un funcionario nacional tiempo atrás. Eso era lo que más inquieta y lleva zozobra a los comerciantes de Posadas.
“Llámenlo como quieran –soltó Mario Ortigoza, el titular de la entidad- pero vemos que los precios suben y eso –siempre- se llamó inflación. Y nos preocupa porque no somos formadores de precios pero termina impactando en todos, tanto en los comerciantes que –ante la suba de precios- ven perder competitividad y caída de las ventas como en la gente. Los consumidores de menores recursos pierden más cuando hay inflación”.
¿Sorpresa? No tanto.
La inflación es un fenómeno multicausal. Conoce muchos padres y a todos debe algo en su ADN de conformación.

Algunos piensan que es cuando el Estado emite mucho más dinero (billetes físicos) de los que hacen falta y por ende los precios tienden a subir (teoría monetaria).
Otros piensan que se trata de un fenómeno estructural donde las fuerzas de un mercado imperfecto pugnan por quedarse con la mayor tajada y el aumento de precios es la factura que todos tienen que pagar.
Otros piensan que se debe a que la gente quiere más productos de los que hay en el mercado y presiona sobre los mismos e incide en la suba de los mismos (inflación de demanda).
Otros piensan que se trata de una cuestión de pago a los insumos de producción. SI suben la electricidad, el gas, el teléfono, los salarios,… ¿cómo no se van a trasladar a los precios finales esos incrementos, se preguntan? (inflación de costos)
Otros dicen: “Si el Estado impone restricciones a las importaciones y lo que demanda el mercado no puede ser satisfecho, se produce una estampida o incremento de precios natural en ese estado de cosas” (‘o cosas del Estado’ como hubiera dicho la inefable Mafalda. En esencia, se trata de una variante de lo expuesto anteriormente en el tercer caso (inflación de demanda o inflación importada, también se la conoce, que es cuando los precios del exterior suben y se trasladan internamente).
Las marcas en el ADN
Eh, amigos. Todas esas variables TIENEN ALGO que ver con la explicación del fenómeno.

Si los salarios subieron un promedio 33 por ciento este año, si el gas pegó este año un salto de 31 por ciento (en el flete, que es parte del costo), si la electricidad subió más del 10 por ciento (dicen los empresarios locales, como Diego Barrios), si los aumentos de salarios empujaron estructuralmente a la gente con algunos pesos más en el bolsillo a salir a gastar (no hay capacidad de ahorro), si el Gobierno sigue –enhorabuena- presionando con restricciones a los importadores para que la industria local cubra ese hueco, si todas las fuerzas del mercado siguen actuando en el mismo sentido, si se mueven con las expectativas (otra variable no incluida anteriormente) de que los precios van a seguir en alza, ES NATURAL que haya inflación.

Y no la del Indec.
Todos saben que el señor “aquí-no-se-vota” Moreno ejerce una presión apenas soportable sobre el organismo nacional que mide el IPC y que la pareja presidencial siempre sostuvo que “si se señala un índice menor al real, se estará pagando menos deuda externa”, y por ende con esos argumentos se puede justificar los manipuleos de la Estadística. Ya se sabe que se trata de una ciencia muy emparentada con la matemática y con un método riguroso por demás pero que puede ser susceptible de estos “retoques”.

UNA BOLA DE NIEVE DIFÍCIL DE PARAR



Inflación = Sumatoria de varias causas : Aumento de salarios (promedio 30%) + Suba de costos (servicios gas + electricidad + telefonía) + Incremento de demanda por aumentos salariales + reducción de las importaciones (menor oferta) + Emisión monetaria + Expectativas (los actores del mercado piensan que van a subir los precios y actúan en ese sentido) + “Colchón” (el empresario sube ‘por las dudas’) + varios etc más.

 

martes, 15 de febrero de 2011

Polan Lacki, un amigo de los chacareros

A inicios de 2010 tuve el gusto de compartir dos jornadas de trabajo con Polan Lacki.
Se trata de un ingeniero agrónomo brasileño nacido en Foz de Iguazú y conocedor de la vida en las chacras de esta región del mundo.
Su mensaje es sencillo: compren barato, vendan caro. Produzcan el alimento que darán a sus animales, sean medianamente eficientes: no necesitan mucho capital, apenas un poco de capacitación para sacarle "más el jugo a la actividad agrícola". Nada del otro mundo pero con una claridad conceptual que valen la pena resaltar.
Para Lacki, formar a las camadas de nuevos chacareros es parte de la solución del problema.
He aquí un ejemplo de sus ponencias En los países de América Latina, las escuelas fundamentales rurales (del primer al octavo o noveno año) siguen enseñando a sus alumnos la historia de los faraones y pirámides de Egipto, la altitud del Himalaya, los imperios Romano y Bizantino, el Renacimiento, la historia de Luis XIV, XV y XVI y de Napoleón Bonaparte, el sistema nervioso de los anfibios, la reproducción de las briofitas y pteridofitas y, algunas de ellas, hasta el "esquema de funcionamiento de los pies ambulacrales de los equinodermos".




Mientras aburren a los niños con estos conocimientos, absolutamente irrelevantes para sus necesidades de vida y de trabajo en el campo, pierden una extraordinaria e irrecuperable oportunidad: la oportunidad de ampliar y profundizar la enseñanza de contenidos mucho más útiles y de aplicación más inmediata en la corrección de las ineficiencias que están causando el subdesarrollo rural, como por ejemplo: enseñar lo que las familias rurales podrían hacer para obtener una producción agropecuaria más abundante, más diversificada, más eficiente y más rentable; qué medidas de higiene, profilaxis y alimentación estas deberían adoptar para evitar las enfermedades que ocurren con mayor frecuencia en las zonas rurales; qué deberían hacer para prevenir las intoxicaciones con pesticidas y los accidentes rurales y cómo aplicar los primeros auxilios, cuando estos accidentes no puedan ser evitados; cómo producir y utilizar hortalizas, frutas y plantas medicinales; cómo organizar la comunidad para solucionar, en conjunto, aquellos problemas que no pueden o no deben ser resueltos individualmente, como, por ejemplo, la comercialización y las inversiones de alto costo y baja frecuencia de uso.



¿Educar para la acumulación de conocimientos o para la auto-realización?

También pierden la oportunidad de otorgarles una mejor formación de valores, pues deberían enseñarles los principios, las actitudes y los comportamientos que ellos necesitan tener para mejorar su desempeño en la vida familiar y comunitaria, como, por ejemplo: formarlos para que tengan más iniciativa y espíritu emprendedor con el fin de que se vuelvan menos dependientes de ayudas paternalistas; educarlos para que practiquen la honestidad, la solidaridad, la responsabilidad y la disciplina; para que tengan conciencia de sus derechos, pero especialmente de sus deberes; para que posean una ambición sana y un fuerte deseo de superación, pero conscientes de que deberán concretizar estas aspiraciones a través de la perseverancia y de la eficiencia en la ejecución del trabajo. Esas escuelas no están cumpliendo su función de desarrollar las potencialidades latentes de los niños rurales, de abrirles nuevas oportunidades de auto-realización ni de formar ciudadanos que, gracias a su propia voluntad y competencia, sean capaces de protagonizar el auto-desarrollo personal, familiar y comunitario.



¿Río Nilo o el río de la comunidad rural?

Las escuelas fundamentales rurales serían mucho más útiles si, antes de enseñar la historia de Europa o la geografía de Asia, enseñasen a sus alumnos la historia y la geografía de sus comunidades. Si, en vez de distraer las atenciones de los educandos con las jirafas y elefantes de África, les enseñasen como criar, con mayor eficiencia, los animales existentes en sus fincas con la finalidad de mejorar el auto-abastecimiento y el ingreso familiar. Dichas escuelas serían más útiles si enseñasen a los niños cómo evitar las plagas de la agricultura y de la ganadería, cómo identificar y eliminar las plantas que intoxican sus animales y los insectos que transmiten las enfermedades. En vez de hacerles memorizar la longitud del Río Nilo, sería más útil enseñarles cómo y porqué deberían evitar la polución de otro río: el río de su comunidad.



¿Jardines Colgantes de la Babilonia o huertas familiares?

Antes de abordar los Jardines Colgantes de Babilonia, sería conveniente enseñarles cómo y porqué deberían implantar huertas y árboles frutales diversificados en sus fincas y cómo adoptar medidas de conservación del suelo para que éste siga produciendo con altos rendimientos. En vez de enseñar sobre los héroes de las guerras de otros continentes, deberían enseñarles sobre los "héroes" de sus propias comunidades; sobre aquellos "héroes" que otorgaron una educación ejemplar a sus hijos, que tuvieron una destacada participación en la solución de los problemas de la comunidad y que progresaron gracias a la dedicación al trabajo bien ejecutado y a la eficiencia en el uso adecuado de los escasos recursos disponibles. Esas escuelas deberían mostrar a sus alumnos los buenos ejemplos de aquellos "héroes" de la comunidad o del municipio que no robaron, que no engañaron a sus vecinos, que no poseen vicios, que no practican la violencia, que no son egoístas, etc.

Si la escuela es rural deberá "agriculturalizarse" y "ruralizarse"

En otras palabras, es necesario "agriculturalizar", "ruralizar" y volver más realistas, más instrumentales y más pragmáticos los contenidos educativos de esas escuelas; asimismo es necesario eliminar de sus sobrecargados currículos los contenidos excesivamente teóricos, abstractos y con baja probabilidad de ser utilizados en la vida, en el trabajo rural. En su lugar, deberían ser incluidos o ampliados contenidos más prácticos, utilitarios y aplicables por los educandos en la solución de los problemas más frecuentes que ellos enfrentan y seguirán enfrentando en la vida cotidiana de sus fincas, y también de sus hogares, de sus comunidades y de los mercados rurales.

lunes, 7 de febrero de 2011

El tema de la (falta de) seguridad y el garantismo

Esto es de 2009, sin embargo mantiene una vigencia absoluta. Reincido en varias de mis ideas (digamos que soy como un bicho que siempre vuelve al mismo agujero).
Pero vale para entender por qué algunas humoradas tienen vigencia. Hoy el viejo conocido Samuel Pruczanski me envía el chiste que está por ahí metido en la columna y me acordé que el mismo ya había sido relatado por mí. Y de ahí a meterlo en este página... un solo paso.
Acá va. Es de septiembre de 2009 y lo titulé: Los chistes que hay que escuchar

El humor es una de las armas de protección que tienen la gente y los pueblos para enfrentar las injusticias. Es de manual.

Ely Chinoy, un sociólogo norteamericano, refería esto con una buena historia del Sur de los Estados Unidos, contada desde la óptica de los negros que fueron dominados y tratados como esclavos durante siglos.
"Una mujer blanca y su doméstica negra tuvieron sus respectivos partos el mismo día. Cada una tuvo un hijo varón.
"Pasa el tiempo y un día la mujer blanca entra corriendo a la casa donde su criada negra está planchando ropa y el niño negro está jugando en su corralito".
La patrona dice, muy excitada, casi gritando:
"¡El bebé! ¡El bebé… ha dicho sus primeras palabras!"
Y el negrito desde su corralito se pone de pie y pregunta:
"¿Y qué fue lo que dijo, eh?"
El humor sigue constituyendo el único anticuerpo que tienen los pueblos para enfrentar las injusticias.
La 'sensación de inseguridad' es el eufemismo que se acuñó con motivo del crecimiento de los delitos así como de la virulencia de los ataques.
Puede que las fuerzas de seguridad y las autoridades del Ministerio del Interior demuestren que los delitos siguen siendo cuantitativamente similares que años anteriores.
Pero casi nadie podrá soslayar de que aumentó de un modo escandaloso la forma en que se perpetran. Hay saña, mucha saña.
No pocos ven detrás de esta tendencia una sensación de impunidad que subliminalmente fue metiéndose en dosis homeopáticas en la corteza cerebral de los integrantes de la sociedad.
¿Cuál fue el mensaje?
Que siempre habrá algún inciso que te saque de “gayola”; que siempre habrá algún juez “garantista” que te devolverá a la sociedad. No importa lo que hagas.
Que muchos seguirán discutiendo la validez de la castración química (aplicada en países como Suecia, Noruega, Francia y desde agosto en Cataluña, España) mientras los violadores siguen siendo liberados. ¡Y vuelven a las andadas, sin más!
Y hasta los bien pensantes cuestionarán a una legisladora misionera que propuso que cada violador liberado tenga sus carteles de recepción en los barrios que digan: “Este hombre ya fue condenado por violaciones cometidas” y se coloque la foto del susodicho.
Sí, claro.
Los garantistas dirán que está mal. Irán rápido al Inadi y demostrarán que se está produciendo la discriminación.
Cuando se les pregunte: “¿Y qué de las eventuales violaciones que se están evitando...?”, simplemente levantarán los hombros, como diciendo… “Yo, de eso, no me hago cargo”.
¿Y la garantía para los violados, qué..?
Por eso, el humor.
Me despierto en el medio de la noche y veo a alguien andando en mi patio. Sigilosamente me acerco al teléfono y llamo al Comando Radioeléctrico.
“Me preguntan si el ladrón estaba armado; de qué calibre era el arma; si estaba solo; si ya estaba dentro de la casa…”
“Aclaré que no y que de las características del arma no sabía nada... Me dijeron que no había ningún patrullero para ayudar, pero que iban a mandar a alguien en el momento que fuera posible. Que si pasaba algo que volviera a llamar ...!!!!”
“Dos minutos después llamé nuevamente y dije con voz muy calmada: “No hay necesidad de que se apuren. Yo ya maté al tipo con un tiro de escopeta calibre 12 que tengo guardada para estas situaciones. Y el tiro se lo pegué en la cara...!!! Le volé la cabeza y ahora sus sesos están regados por el jardín”.
Pasados menos de tres minutos, había en mi calle cinco patrulleros de la Policía Federal; un helicóptero; el Defensor del Pueblo, el Fiscal de turno, dos patrullas de Defensa Civil, un equipo de reporteros de televisión; fotógrafos; un diputado, dos concejales y un grupo de derechos humanos, que desde luego no se perderían esto por nada del mundo. También llego Hebe de Bonafini con Schoklender. Y Eugenio Zaffaroni llamó por teléfono”.
La Policía agarró al ladrón in fraganti, quien estaba mirando todo con cara de asombro, tal vez pensando que la mía era la casa del Jefe de Policía.
“En medio del tumulto, un Oficial se aproximó y me dijo: Creí que había dicho que había matado al ladrón.
Yo le contesté: Creí que me habían dicho que no tenían a nadie disponible para mandar…”
Quizá para el final, el diálogo real con un magistrado del fuero penal en Misiones que no es -desdichadamente- ningún chiste.
“Pero ustedes los jueces siguen amparando a los violadores, ¿eh?”
“No (en tono ofendido) aplicamos la ley. Rigen el 'In dubio pro reo' (principio jurídico que dice que sin pruebas suficientes, se falla a favor del acusado) así como el Pacto de San José de Costa Rica (se computan dos años por cada uno que pasan detenidos). Y eso no se puede soslayar. Tenemos que liberar”.
Y así.
“Bueno, pero si le agarran a tu hija y la violan… ¿qué?”
“¡Ah, no! Ahí voy a Encarnación, contrato un sicario y lo hago boleta al violador”
Clarito, ¿no?

martes, 18 de enero de 2011

Pedro y Pablo o Jorge y Miguel 40 años después

Cantilo y Durietz fueron Pedro y Pablo.
Se los vinculó con la "canción de protesta".... Pero eso fue un mote A PESAR DE ellos y no al revés. Nunca quisieron ser otra cosa que una especie de Simon & Garfunkel criollos. Y bueh... así nomás es, dijo el que la tenía torcida.
Acompaño una serie de recortes sobre este disco que ya tiene más de cuatro décadas y merece la recuperación que hizo Sony BMG antes CBS Columbia cuando se editara con sus altos estándares de calidad que se notan en cada nota registrada del álbum. Un extendido de 21 canciones que bien pueden valer la recuperación de un tiempo increíble.
Esta variedad de matices musicales se enriquecía aún más con las letras de Miguel Cantilo, que denotan una mirada atenta para percibir las contradicciones de una sociedad en transformación, como lo era la Argentina de fines de los ’60, pero a la vez están salpicadas de un humor sutil y una aguda percepción del pulso cotidiano de una gran ciudad como Buenos Aires. Es vital el complemento de Jorge Durietz, con su delicada intuición para las armonías vocales y la fineza de su guitarra.

Quiso la buena estrella que uno a veces tiene que me tocase colaborar con la reedición de “Yo Vivo En Esta Ciudad”, a casi cuarenta años de su primera aparición, y una de las cosas que me sorprendió, a primera audición, fue la vigencia que conservan estas canciones. Junto con el buen gusto de Jorge Durietz en la primera guitarra y en el armado de los juegos vocales del dúo sobresale esa poesía tan singular de Miguel Cantilo, quien retrató como pocos al hombre de todos los días y sus presiones en una medio de una sociedad en rápida transformación. Cantilo se revela como un agudo observador de sus conciudadanos, pero sus retratos urbanos están sazonados con elemento de calidez -cuando no de cómplice humor- les brinda un equilibrio que aliviana la seriedad de la temática. “Yo vivo en esta ciudad”, por ejemplo, es una declaración de amor a Buenos Aires que a la vez contiene una denuncia a la naturaleza conservadora y temerosa al cambio de sus habitantes. Pero el cariño del protagonista sobrevive “aunque me acusen de loco y de mersa; aunque guadañen mi pelo a la fuerza en un coiffeur de Seccional…”, esta última parte aludiendo a la policía de Onganía, que solía transformar sus reparticiones en improvisadas peluquerías para administrar a la díscola juventud de entonces un corte escarmentador al ras del cabello y –suponían- de ideas exóticas, ajenas al “ser nacional”.

Esos mismos agentes del orden que abnegadamente cuidaban la moral colectiva, interrumpiendo la intimidad de las parejas en las plazas con sus linternas o metiéndose en los albergues transitorios de la época para poner en evidencia a algún cónyuge “haciendo trampa”, seguramente debieron disimular a duras penas su escozor ante un tema como “Con ropa de varón”, que con fondo de jazz dixie contaba lo hermoso que le queda a la chica el pijama de su novio, en un caso de erótico y a la vez inocente travestismo entre amantes.

Como cuadraba al propio título del álbum, en “Yo Vivo En Esta Ciudad” abundaban los retratos de Buenos Aires, vistos desde diferentes ángulos. “¿Dónde va la gente cuando llueve?” mostraba el desbande general que suele producir un simple chaparrón, la naturaleza desatada que nos atemoriza tanto, quizás porque nos recuerda demasiado las tormentas de nuestras propias emociones. “La quimera del confort”, por otra parte, es toda una crónica del momento en que la clase media argentina empezó a alentar sueños de grandeza mediante el consumo conspicuo y de cómo el creciente poder persuasivo de la televisión alentaba ese placebo del comprar y comprar. Mientras tanto –la canción nos recuerda- nos olvidamos del sol, de la naturaleza, de las cosas a las que no se les puede asignar un valor material, sacrificadas en el altar de ese confort “que nace al Norte y se pone al Sur.” Esta temática se reiteraba en “Vivimos, paremos”, que describía a la sociedad urbana alienante, con sus apuros, sus rutinas, “tratando de frenar los días, los relojes automáticos y la natalidad…” Ya en 1970 Cantilo veía la declinación de la Galaxia Gutemberg; la gente que leía cada vez menos libros para -en cambio- sentarse inerte ante la caja boba, de allí lo de “la fuerza de la lágrima o la risa al teleteatro va a morir…” El tema, con su ritmo beat, tenía un notable final que aludía nada menos que al Himno Nacional en su reclamo de romper las cadenas con las que nos atenazaba la propaganda de la naciente multimedia: “Debemos rescatar lo que nos queda de ese grito sagrado: ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!”

Muchos recordarán este álbum por “La marcha de la bronca” que, como reconoce hoy el propio Cantilo, tomó desprevenida a la censura de la época y se transformó en un hit de notables proporciones, algo por demás destacable para un tema que ya hablaba de la rampante corrupción oficial (“Bronca cuando ríen satisfechos / al haber comprado sus derechos”), de la impunidad (“Bronca porque matan con descaro / pero nunca nada queda claro”), de la censura y la pacatería (“Bronca cuando se hacen moralistas / y entran a correr a los artistas… bronca porque está prohibido todo / hasta lo que haré de cualquier modo”) y de la prepotencia del gobierno de facto de entonces (“con el as de espadas nos domina / y con el de espadas entra a dar y dar…”). En el resto del disco no faltan otros testimonios a la dictadura de Onganía/Levigston/Lanusse, en los que el humor tiene un rol fundamental para que la denuncia no se vuelva demasiado opresiva. Por ejemplo en la postal de hostigamiento policial que describe “Los perros homicidas” (“hace poco me atacó un sabueso… lo coimeé con un tremendo hueso / y enseguida dejó de ladrar”) y también en “Johnny Bigote”, una sátira al tupido mostacho que las figuras de autoridad adoptaban como símbolo supremo de hombría. También contribuyen a balancear los climas más “serios” temas como “Asociación Modelos Argentinas”, dedicadas a las beldades televisivas de entonces (algunas de singular perdurabilidad, como Susanita “Shock”) y sus luchas gremiales, y también como el exquisito tema con aires de bossa “Andando a caballo”, de Jorge Durietz. En la nueva edición de “Yo Vivo En Esta Ciudad” se rescataron, como bonus tracks, varias canciones que durante años permanecieron inéditas por problemas de censura, ya fuera del gobierno de turno o de las autoridades que la grabadora tenía en aquel tiempo, sin duda temerosas de posibles represalias oficiales. Entre ellas se cuenta la primera versión de esa gran oda romántica y erótica, “Catalina, Bahía”; de la potente canción antibélica “En este mismo instante” y de “Pueblo nuestro que está en la Tierra”, una paráfrasis del Padrenuestro con letra que reclama reivindicaciones sociales. También se rescatan del olvido un par de gemas que permanecieron durante años en los archivos del sello, como la versión en estudio de “Caen la tarde y los hombres”, con un arreglo para bandoneón que guarda más de un parentesco con “Yo vivo en esta ciudad” en su grito de rebelión contra la rutina y las expectativas de la sociedad “bienpensante” acerca de cómo debía ser la vida y los intereses de un joven de entonces. Otro hallazgo fue “Tu soledad”, una deliciosa balada de Jorge Durietz, y “Candombe de más allá”, donde Pedro y Pablo -a la manera de los Beatles en “Free as a bird” y “Real love”- rescataron una base musical de hace cuatro décadas para ponerle voces y guitarras en el 2009.

Más tarde Pedro y Pablo continuarían su carrera en distintos sellos, con otros álbumes notables como “Conesa”, “Apóstoles”, “Contra crisis” y “Corazón Sudamericano” y tanto Jorge Durietz como –especialmente- Miguel Cantilo, emprenderían también varios proyectos musicales en forma individual, pero -a casi cuatro décadas de su edición original- “Yo Vivo En Esta Ciudad” sigue siendo un álbum fundamental en la historia de nuestro rock, aunque el término les siga quedando chico…

Julio: No me consta que "Johnny Bigote" les haya traído problemas a Pedro y Pablo en aquel momento, ni tampoco lo mencionó Miguel Cantilo en la entrevista realizada para la actual reedición en CD. Sí, en cambio, dijo que tanto "Catalina, Bahía" como "Pueblo nuestro que estás en la Tierra" les ocasionó conflictos con la grabadora y con cierto cura que despotricó contra el dúo en televisión. También dijo que "En este mismo instante" fue censurada en un festival donde la querían presentar, por su temática de protesta antibélica. Todas estas afirmaciones figuran en la entrevista realizada con Miguel que acompaña el libreto de la nueva edición en CD. Pero todos estos problemas sucedieron ya en 1971, meses después de la salida del álbum. En cuanto al título "Yo Vivo En Esta Ciudad", en letras rojas y en el centro de la portada, debo decirte que, efectivamente, figura en la tapa de 1970 que tomamos para la reedición actual en CD y me atrevo a afirmar que es la tapa original, basándome en las siguientes evidencias: 1)La tapa es de cartón duro, mientras que la reedición posterior en LP se hizo en cartulina. 2) En la contratapa, en el extremo superior derecho figuran los números de serie MONO 9027 - ESTEREO 19027, que sólo estaban en la edición original, ya que la posterior edición en vinilo es solamente estéreo. 3)Están los comentarios de Cantilo y Durietz en contratapa, que sólo figuran en esta primera edición. 4) En la contratapa, en el extremo inferior izquierdo dice: Yo Vivo En Esta Ciudad - Pedro y Pablo, certificando que el LP tiene ese título, y no que lo agregaron más tarde. 5) Dicha tapa de cartón, que tengo ante mí al escribir esto, contiene un disco de vinilo monoaural con número de serie 9027 y el disco sólo se editó en monoaural en la primera edición.
Es posible, Julio, que tengas una edición posterior que le haya "borrado" el título "Yo vivo en esta ciudad" para destacar, debajo de la foto, "La marcha de la bronca". Si es así, tenés la posterior edición en LP del album, que se hizo en los años '80. Saludos. Alfredo

Yo tengo veinte años, nueve hermanos, dos guitarras y una melena. Canto, leo, escribo; soy de Escorpio, de River, de los Beatles, de Cortázar y de Piazzolla. Yo me llamo Pedro, pero me llamo Miguel."
Pedro y Pablo van por la re-re. Su primer disco, Yo vivo en esta ciudad (1970), acaba de ser reeditado, remasterizado y vuelto a presentar. A caballo de los cuarenta años del comienzo del dúo, Miguel Cantilo y Jorge Durietz se volvieron a reunir para interpretar su primer long play de principio a fin. La lista de temas del show que dieron el miércoles en el Maipo (ver crítica) incluyó las 12 canciones del disco y los 9 bonus tracks.
"Este año se cumplen los 40 del inicio del dúo -apunta Miguel Cantilo cuando se le pregunta por la cifra redonda-. Entre el 67 y el 68 funcionamos como trío y en el 69 nos largamos como dúo y empezamos a grabar el disco. En enero me enteré de que se reeditaba el disco (mediante el periodista Alfredo Rosso, curador de la nueva edición) y enseguida empezamos a trabajar con Jorge en los ensayos para hacer un show y con Alfredo en el rescate de temas."
"Yo tengo veinte años, estoy en la colimba y estudio Arquitectura. Soy Pablo, soy Jorge. Primera guitarra y primera vez que grabo un LP. Soy otro habitante del mundo y también soy de Escorpio.
"Es muy interesante el trabajo de recuperación que se hizo -sostiene Jorge Durietz-. Algunos temas fueron rescatados de los anaqueles de la vieja CBS. Por suerte ese material pasó a manos de Sony y no se perdió, pero ahí aparecieron temas que nunca se habían impreso en ningún formato y algunos que, incluso, estaban inconclusos, como «Candombe de más allá». Fue muy mágico y difícil que vuelva a suceder algo así, porque la primera toma la hicimos en el 69 y la última 40 años después."
Yo vivo en esta ciudad salió el 13 de octubre de 1970. Treinta y nueve años más tarde, el dúo decidió reubicar a la canción que le dio nombre en la primera pista del disco. Además de ese cambio y de los extras hay una imagen que, como se suele decir, vale más que mil palabras. La foto de la tapa del disco con los jóvenes de 20 con sus guitarras "plantadas" y el atardecer junto al río tiene su remake en el interior del CD. Ahí están Cantilo y Durietz hoy, bajo otras nubes y otro atardecer.
-Siguiendo esa idea fotográfica se podría contrastar la consola de grabación del primer disco con una actual.
Cantilo: -Sería buenísimo pero es inconseguible. Para reproducir varios de estos temas diez años atrás tuvimos que alquilar una máquina porque acá ya no había ninguna y de esa reproducción se grabaron unos cassettes de cromo. Cuando en esta oportunidad quisimos volver a reproducir ese material ya no estaba más la máquina, entonces tuvimos que bajarlos del cassette y procesarlos para incluirlos en el disco. Incluso hubo temas terminados que se perdieron.
-¿Dejaron alguno afuera por problemas de sonido?
Cantilo: -Sí, "Norma", tenía una parte que estaba perfecta pero había un canal que estaba pegado a esa parte con un instrumento de percusión a destiempo. Las guitarras estaban perfectas, sólo había que ponerle las voces pero esa batería no lo permitió.
Durietz: -La gente va a tener que entender que algún que otro tema tiene un sonido un poco sucio.
-¿Cómo encaran el show con el peso histórico que tiene el disco y su connotación?
Cantilo: -Es un lindo desafío artístico. Desde el punto de vista económico podríamos salir los dos solos con las violas y llevarnos todo el bordereau, pero la idea es reproducirlo lo más parecido al disco. Incluimos cuerdas, vientos, instrumentos solistas y la banda básica que es bajo, batería y teclados. Buscamos que ese instrumento que a uno lo motivó a escuchar cuando hace 40 años puso el disco en el Winco sea ese mismo instrumento y si no es el mismo que sea otro muy parecido, pero que esté su acústica.
Durietz: -Además del rescate del audio está el rescate de las partituras, porque todos esos arreglos de vientos y cuerdas hubo que buscarlos. Encontramos las partituras de casi todo y hubo que modificar algunas porque había algunos errores o estaban hechas a grosso modo, porque en ese momento había una orquesta estable en CBS que tocaba todos los días temas de los distintos artistas. Lo único que cambiaba es el arreglador. A nosotros nos seleccionaron a Jorge Calandrelli.
-El rock recién estaba empezando en Argentina y su primer disco es una prueba de que aún no estaba separado de otras músicas.
Durietz: -Es que no éramos tenidos en cuenta como un grupo de rock.
Cantilo: -En ese momento rock ni siquiera era una denominación. La música se llamaba beat y el rótulo vino después.
Sebastián Espósito
Otras joyas
·         Sony Music y Alfredo Rosso están trabajando en otros lanzamientos que, en el corto plazo, llegarán a las disquerías locales. Se trata del primer disco de La Cofradía de la Flor Solar, con dos simples como bonus-tracks y dos temas hasta aquí inéditos, "Oda al abuelo mufado" y "Juana" y los compilados de Mandioca, el sello precursor
1970 Jorge Durietz y Miguel Cantilo luego de tocar a dos violas en las playas de Villa Gesell y Punta del Este, consiguen una posibilidad para grabar en la compañia CBS.

Aún no tenían un nombre para presentarse:

"Si le poníamos Jorge y Miguel, parecíamos coiffeurs, si usábamos los apellidos no sonaban bien. como en esa época se usaban los nombres históricos elegimos Pedro y Pablo, primero porque tenía que ver con la Biblia, segundo porque tenía que ver con un libro de moda en esa época, y tercero por Pablo y Pedro Picapiedras".
1970, graban el simple, "Yo vivo en esta ciudad". Si bien no se trataba de una propuesta surrealista, su poesía tenía una picardía que lo emparentaba con el tango.
27 años mas tarde Sony Music Argentina decide editar un compilado al que titulan "La marcha de la bronca" (16 Grandes Exitos) con la tapa correspondiente aquel primer simple y que incluye ambos temas que venian en la placa grabada por la CBS y 14 temas más de ambos cantautores.

Un tema que es imposible que pierda vigencia es “Guarda con la rutina” porque el ritmo de vida que llevamos en esta sociedad es cada vez más complicado y hace que se vuelva todo bastante repetitivo. En este tema brillaron las líneas de cuerdas de Delfina Zorraquín, Lucía Christe y Demián Luaces, reproduciendo los arreglos tal cuál los escribió originalmente para el disco Jorge Calandrelli.
Luego de la referencia irónica al dictador Juan Carlos Onganía en “Johnny Bigote”, llegó “Che, ciruja”, en dónde apareció otro instrumento característico del trabajo debut del dúo, el bandoneón. En este oportunidad tocado con un gran sentimiento por parte de Diego Pajón. “Cae la tarde” fue el primero de los inéditos que tocaron, con una presencia notable del bandoneón (recordemos que se conocía sólo una versión en vivo del disco - En Gira - de 1983).
El primer tema que grabaron para su primer disco fue el que lleva el nombre del mismo. “Yo vivo en esta ciudad” incluyó nuevamente un gran sólo del bandoneonista, recordando la clara conexión porteña de las primeras épocas de Pedro y Pablo. Otro de los instrumentos que se destacaron, llevando los sonidos del primer disco al escenario del Maipo fue el fagot de Alfredo Ciani en el tema que originalmente se llamaba “Estamos enterrados hasta las patas” ( que posteriormente quedó con el nombre de - La quimera del confort - ), que hace referencia a otro de los grandes problemas actuales, el consumismo en demasía.
El segundo inédito llegó de la mano de “Tu soledad”, incluido en la reciente reedición de “ Yo vivo en estad ciudad ”, cuyo autor Jorge Durietz le agradeció el rescate de esas cintas al periodista de rock Alfredo Rosso ( habiéndolas grabado en un cassette de cromo !!! ), que estaba presente con Pipo Lernoud. En “Con ropa de varón” se destacaron grandiosamente el trombón de Marcelo Ferreyra, el clarinete de Martín Rur y la trompeta de Miguel Hornes.
Una de las más grandes virtudes de Cantilo y Durietz es que su vocalización es tan clara que permitió  escuchar las letras tan interesantes y logradas de “En este mismo instante”, referida a la guerra de Vietnam y también de “Pueblo nuestro que estás en la tierra”, en el cuál se notó la excelente coordinación de las líneas de brass y cuerdas.
La primera parte terminó con uno de los temas más esperados por el público, “La Marcha de la bronca” que lució notablemente con los arreglos de Jorge Calandrelli, que Cantilo contó que pudieron guardar.
La segunda parte empezó con otro clásico, “Catalina Bahía”, el momento romántico por excelencia de su repertorio. Como el festejo era por los 40 años del dúo, Cantilo presentó a Horacio Molina, quién fue el que los presentó a la entonces CBS (actualmente Sony-Bmg). Interpretó sólo con su guitarra “Malena” (de Homero Manzi) y “Garúa” (de Troilo - Cadícamo). Luego llegó Cantilo, y le hizo los coros para interpretar juntos, “Nuestro refugio” (música de Molina y letra de Carlos Barosela).
El rock and roll llegó con “Tiempo de guitarra”, en dónde se destacó el tecladista Sufián Cantilo (hijo de Miguel), mérito también al sonidista, ya que durante todo el concierto se escucharon todos los instrumentos claramente, hasta el mismo piano, que siempre es lo que menos se puede percibir en un recital.
Al último inédito que aparece en la reedición de su primer trabajo se le agregaron en abril de este año las voces y una guitarra, “Candombe del más allá”, cuyo autor es el primer bajista de Pedro y Pablo, Daniel Russo, que fue invitado a tocar las congas en dicho tema, con un arreglo rockero al final. “¿Dónde va la gente cuando llueve?” fue coreado por todo el teatro en otro de los temas más esperados por la gente y en el cuál las cuerdas reprodujeron perfectamente el clima original del tema.
Los bises llegaron de la mano de una canción cosecha 2009, de onda positiva llamada “Amanecer”, eminentemente acústica que fue interpretada por los dos músicos solos con sus guitarras y luego el recital fue cerrado con el único tema que no corresponde a la primera época del dúo, “Que sea el sol”, grabado originalmente en 1974 y editada ocho años después en el disco “Apostoles”.
Luego de más de dos horas de música sin interrupciones, Pedro y Pablo ofrecieron un recital histórico por la calidad de las interpretaciones logradas sobre el escenario. Poder escuchar a una banda que sonó magníficamente con una línea de trompeta, clarinete, trombón y fagot por un lado, y otra de violines del otro, fue algo realmente deslumbrante. La base rítmica conformada por el baterista Rodrigo Genni y el otro hijo de Miguel, Anael Cantilo en el bajo, fueron el sustento justo para estos dos pioneros del rock argentino. Mención especial para el autor de la mayoría de todos los temas, Miguel Cantilo demostró que está absolutamente intacto de su voz, ya que pudo llegar con suma tranquilidad a todos los tonos de las canciones, por más altas que fueran. Como nunca antes había sucedido, “Yo vivo en esta ciudad” se tocó íntegramente en vivo respetando los arreglos originales de Jorge Calandrelli en una puesta en escena sin igual y con una perfomance radiante.

Periodista: Lautaro Guido Pavía
Fotógrafo: Leandro Ciaffone